Red White & Blue (2010) es una película difícil de vender, no tiene actores conocidos, no la dirige ningún maestro del suspenso o el horror, no ganó festivales y para colmo no le puedo poner la sinopsis porque revelan una parte esencial de la trama. La verdad, cómo no se van a dar cuenta de eso. Entonces, volviendo a la recomendación, ¿cómo hago para decirles que la vean? Lamentablemente esta película está funcionando por recomendación de boca en boca, porque no hay otra manera de que se enteren que existe, ya que solamente anda por circuitos under y festivales (de esta manera no se imaginan la cantidad de películas que se pierden). Volviendo a la película, lo mejor que les puede pasar es verla sin que les digan nada, ni siquiera vean el tráiler, porque también está mal hecho y arruinaría un par de sorpresas que tiene.
Simon Rumley es el director y escritor de esta joyita, ya demostró que tiene buenas ideas en The Living and the Dead (2006), muy buena peli de terror para tener en cuenta también. Eso sí, le van a tener que tener paciencia a Rumley porque se toma su tiempo. Más o menos la mitad de la película la usa para presentarnos a los personajes, los cuales son bastante complejos y es muy difícil de empatizar con ellos, por lo tanto tendremos que tener una lectura fría y no tratar de identificarnos. Son tres los protagonistas de esta historia de venganza, la cual va girando inesperadamente entre ellos; temática bastante usada en el nuevo cine coreano, que tiene como estandarte la trilogía de Chan-wook Park: Sympathy for Mr. Vengeance (2002), Oldboy (2003) y Lady Vengeance (2005), y esta película continúa la línea. Un film duro y difícil de digerir, que nos mostrará el gran fenómeno de las casualidades que hay en la vida y los vuelcos que ésta puede dar en cualquier momento.
Simon Rumley es el director y escritor de esta joyita, ya demostró que tiene buenas ideas en The Living and the Dead (2006), muy buena peli de terror para tener en cuenta también. Eso sí, le van a tener que tener paciencia a Rumley porque se toma su tiempo. Más o menos la mitad de la película la usa para presentarnos a los personajes, los cuales son bastante complejos y es muy difícil de empatizar con ellos, por lo tanto tendremos que tener una lectura fría y no tratar de identificarnos. Son tres los protagonistas de esta historia de venganza, la cual va girando inesperadamente entre ellos; temática bastante usada en el nuevo cine coreano, que tiene como estandarte la trilogía de Chan-wook Park: Sympathy for Mr. Vengeance (2002), Oldboy (2003) y Lady Vengeance (2005), y esta película continúa la línea. Un film duro y difícil de digerir, que nos mostrará el gran fenómeno de las casualidades que hay en la vida y los vuelcos que ésta puede dar en cualquier momento.
Lo que si tiene mucho que desear, es la producción, una película independiente con poco presupuesto y una gran idea. Rumbley se las arregla como puede para salir adelante, pero eso no le da vía libre para que no cuide ni siquiera la cámara, la cual es un espectador más y no acompaña a la película, haciéndola un poco más lenta de lo que ya es. Otra cosa que me pareció bastante floja son las actuaciones de Noah Taylor (Nate), Marc Senter (Franki) y Amanda Fuller (Erica) grandes personajes los 3, pero pobres actuaciones. Para terminar, no solamente tenés que bancarte los 40 minutos iniciales, sino muchas cosas más, pero valen totalmente la pena para ver los 40 minutos finales.
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