Cine argentino de terror es algo raro y más aun si este es comercial,¿ pero comercial en qué sentido?, ¿por qué está lleno de clichés y lugares comunes? o ¿por qué está bien promocionado? y va a ser difícil separar estos dos ámbitos, lo que si podemos decir es que los hermanos Bogliano están trabajando en este cine desde el 2004 con su productora independiente Paura Flics y lograron grandes películas de género como Rooms For Tourists (2004), 36 Pasos (2006) o No Moriré Sola (2008). Una de las grandes características de estas películas para mí, fueron sus guiones bastante originales; en lo que fallan es en la producción y los actores , que por supuesto están acotados por el bajo presupuesto del que disponen. El Cine de terror no estaba en salas comerciales hace ya varios años, en el 2008 se estrenó la floja Visitante de invierno, de Sergio Esquenazi, pero antes de eso no hubo nada en los últimos 20 años.
En Sudor Frio (2010) la productora Paura Flics se unió a Pampa Films y consiguió distribución de Buena Vista International (léase Disney), de esta manera llegó masivamente a todos los cines argentinos y con una gran campaña de marketing, de la cual estuve leyendo, se gastó más que en la producción de la película, que solo costó $450.000.
Un joven (Facundo Espinosa) en busca de su novia desaparecida (Camila Velasco). Una amiga incondicional (Marina Glezer) dispuesta a todo para descubrir la verdad. Una investigación que culmina en una antigua casa. En su interior los esperan dos asesinos brutales, armados con veinticinco cajas de explosivos que estuvieron perdidos desde la última dictadura militar.
Con esta nueva producción, los hermanos Bogliano recaen en algunos errores recurrentes por lo que veo y que no tenían nada que ver con el presupuesto y es el caso de los actores, ya que solamente Facundo Espinosa (Román) se destaca, Marina Glezer (Ali) y Camila Velasco (Jacquie) no brillan y ni hablar de los viejos, que lejos me parecieron lo más flojo de la película. Al final todo fue al revés, se descuidaron del guión que fue un tanto ingenuo y predecible. La película tiene una gran técnica y una gran producción, con momentos muy bien logrados que te mantienen atento pero se quedó a mitad de camino, resultando solo para amantes del género.
En Sudor Frio (2010) la productora Paura Flics se unió a Pampa Films y consiguió distribución de Buena Vista International (léase Disney), de esta manera llegó masivamente a todos los cines argentinos y con una gran campaña de marketing, de la cual estuve leyendo, se gastó más que en la producción de la película, que solo costó $450.000.
Un joven (Facundo Espinosa) en busca de su novia desaparecida (Camila Velasco). Una amiga incondicional (Marina Glezer) dispuesta a todo para descubrir la verdad. Una investigación que culmina en una antigua casa. En su interior los esperan dos asesinos brutales, armados con veinticinco cajas de explosivos que estuvieron perdidos desde la última dictadura militar.
Con esta nueva producción, los hermanos Bogliano recaen en algunos errores recurrentes por lo que veo y que no tenían nada que ver con el presupuesto y es el caso de los actores, ya que solamente Facundo Espinosa (Román) se destaca, Marina Glezer (Ali) y Camila Velasco (Jacquie) no brillan y ni hablar de los viejos, que lejos me parecieron lo más flojo de la película. Al final todo fue al revés, se descuidaron del guión que fue un tanto ingenuo y predecible. La película tiene una gran técnica y una gran producción, con momentos muy bien logrados que te mantienen atento pero se quedó a mitad de camino, resultando solo para amantes del género.
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