Sinopsis: Jean es una buena persona: buen albañil, buen hijo, buen padre, buen marido. Un buen día tan feliz como cualquier otro, entre familia y trabajo, se topa en su camino con Mademoiselle Chambon, la maestra de su hijo. Es hombre de pocas palabras, ella viene de un mundo muy distinto... La evidencia de sus sentimientos les desborda.
Y bueno, después de las pelis que vengo viendo era hora de bajar un cambio y salir del espectro violencia/ terror/drama, para mudarme a otro género que es el drama/romance, pero hay que tener en cuenta que a veces los dramas/romance pueden ser peores que cualquier película de terror, debido a la proximidad que tenemos con éstos y las probabilidades que hay que nos pase a nosotros, pero la saqué barata, ya que no fue un dramón.
¿Cómo llego a ver esta película? Sucede que hace algunas semanas vi Pour elle (2008), la original de The Next Three Days (2010), aparte de ser una excelente película, me llamó la atención el trabajo de Vincent Lindon, entonces me puse a ver su filmografía y me llamó la atención Mademoiselle Chambon (2009). La gran pregunta es ¿se trata de otra chick flick más?, yo diría que no, porque a diferencia de las películas románticas genéricas que hay en la actualidad, esta película logra separarse de la manada para tener identidad propia, ya que no cae en los lugares comunes y deja las pasiones y el desenfreno de lado para centrarse en aspectos más sutiles de las relaciones.Estamos ante el estilo de cine francés que conocemos, intimista, lento, detallista, silencioso y con muy buena música. Estas son algunas de las características que Stéphane Brizé, su director, intentó imprimir en su cuarta película y lo hizo muy bien, gracias a dos cosas: primero Vincent Lindon (Jean) y Sandrine Kiberlain (Véronique Chambon), con soberbias actuaciones, y segundo, un guión muy bien adaptado por Brizé y Florence Vignon, que les valió el premio Cesar a mejor guión adaptado.
Para terminar, a pesar que al principio pueda no compartir las motivaciones de los personajes, ya que la rutina no me parece un elemento para desatar lo que vino después, debo reconocer que a medida que la película pasa, su delicadeza y sutileza te van comprando, hay un punto de inflexión donde comenzás a entender a los personajes y de pronto las personas de su entorno dejan de ser víctimas y pasan a ser meros observadores de algo inevitable, su relación es tan inocente y pura, que en un punto te hacen pedir por favor que pases a otro estadío. A no perdérsela.
Y bueno, después de las pelis que vengo viendo era hora de bajar un cambio y salir del espectro violencia/ terror/drama, para mudarme a otro género que es el drama/romance, pero hay que tener en cuenta que a veces los dramas/romance pueden ser peores que cualquier película de terror, debido a la proximidad que tenemos con éstos y las probabilidades que hay que nos pase a nosotros, pero la saqué barata, ya que no fue un dramón.
¿Cómo llego a ver esta película? Sucede que hace algunas semanas vi Pour elle (2008), la original de The Next Three Days (2010), aparte de ser una excelente película, me llamó la atención el trabajo de Vincent Lindon, entonces me puse a ver su filmografía y me llamó la atención Mademoiselle Chambon (2009). La gran pregunta es ¿se trata de otra chick flick más?, yo diría que no, porque a diferencia de las películas románticas genéricas que hay en la actualidad, esta película logra separarse de la manada para tener identidad propia, ya que no cae en los lugares comunes y deja las pasiones y el desenfreno de lado para centrarse en aspectos más sutiles de las relaciones.Estamos ante el estilo de cine francés que conocemos, intimista, lento, detallista, silencioso y con muy buena música. Estas son algunas de las características que Stéphane Brizé, su director, intentó imprimir en su cuarta película y lo hizo muy bien, gracias a dos cosas: primero Vincent Lindon (Jean) y Sandrine Kiberlain (Véronique Chambon), con soberbias actuaciones, y segundo, un guión muy bien adaptado por Brizé y Florence Vignon, que les valió el premio Cesar a mejor guión adaptado.
Para terminar, a pesar que al principio pueda no compartir las motivaciones de los personajes, ya que la rutina no me parece un elemento para desatar lo que vino después, debo reconocer que a medida que la película pasa, su delicadeza y sutileza te van comprando, hay un punto de inflexión donde comenzás a entender a los personajes y de pronto las personas de su entorno dejan de ser víctimas y pasan a ser meros observadores de algo inevitable, su relación es tan inocente y pura, que en un punto te hacen pedir por favor que pases a otro estadío. A no perdérsela.
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