Esta semana se me secó el cerebro con Hall Pass (2010), me incomodé con Rabbit Hole (2010) y me entretuve con We are the Night (2010), una joyita Alemana de vampiros.
Chicos (hermanos Farrelly) por favor dejen de dar lastima ya, desde el año 2000 con Me, Myself & Irene que no hacen nada bueno, están repetitivos y agotados, antes hubiera sido algo bueno que ustedes hicieran The Three Stooges (2012). Ahora es malo. Lo peor de todo es que a la gente le sigue gustando, pero bueno ahí está lo que digo sobre los gustos, que es malo y que es bueno, estas películas siguen saliendo porque hay mucha gente que consume esto, así que no lo vamos a dejar de ver.
En cambio Rabbit Hole (2010) es increíble. John Cameron Mitchell da cátedra de cómo hacer un buen drama. Tan solo con dos películas en su haber: Hedwig and the Angry Inch (2001) y la polémica Shortbus (2006) por mostrar escena de sexo explicito en ella, llega justo con la madurez para dirigir ésta. Acompañada de una Nicole Kidman prendida fuego que le valió una nominación a los Oscars por su actuación, no la veía así desde Margot at the Wedding (2007), porque en Trespass (2011) da lástima no solo ella sino también Nicolas Cage, como también sus productores por no haber pagado por la idea robada de Secuestrados (2010) de Miguel Ángel Vivas (película imperdible).
We are the Night (2010) fue presentada en Sitges 2010 y tiene de todo: lindas chicas, vampiros, una linda historia (común pero bien llevada), terror, música electrónica y hasta una vuelta de tuerca que le va muy bien. Todo empieza cuando Lena (Karoline Herfurth), una chica marginal es mordida por un trío de vampiresas. En la transformación, se le crece el pelo, se desvanecen los tatuajes y un montón de arreglos estéticos más. Con esto nos está mostrando nuevas reglas del mito, además: “Podemos comer, beber y coger lo que queramos, no engordamos y no nos quedamos embarazadas, somos lo que sueñan todas las mujeres”, lo dice Louise (Nina Hoss) como eslogan de bienvenida al club.
A Dennis Gansel nuestro director, no lo veíamos desde The Wave (2008), su excelente anterior film, que recomiendo no se lo pierdan por nada. Esta vez cambia de género y deja un poco de lado la crítica social que abordó en la anterior, demostrando cómo puede manejar distintos géneros sin ningún problema. Una cámara rápida bien llevada y clara, que es lo más importante. Que sea rápida no significa que no se entienda la escena, parece que cada vez este concepto se va afirmando más.
Una duda, ¿por qué si son 4 las vampiras en el poster, solo aparecen tres?
Si te gustan las pelis de vampiros no la dejes pasar.
Comentarios